Doble limpieza: la técnica para eliminar impurezas correctamente
Consiste en limpiar el rostro con dos productos: un limpiador a base de aceite y posteriormente uno a base de agua.
Incluso si ese día no te maquillaste, puedes ver cuando aplicas el limpiador en aceite los restos de producto como bloqueador y agentes externos como sudor y contaminación que tenía la piel.
¿Pero si tengo la piel grasa también debo hacerla?
Te puede llamar la atención que te digamos esto pero incluso teniendo piel grasa o con alta producción de sebo se recomienda y aquí te decimos por qué: el aceite, a diferencia de un limpiador más ligero como agua micelar, espuma o desmaquillante, logra penetrar mejor en los poros y eliminar toda la suciedad almacenada. Al limpiar bien la capa superior de la piel, los poros consiguen eliminar mejos las impurezas que forman los conocidos puntos negros.
Y aplica igual para la piel seca o sensible. Si este es tu caso podrías pensar que es demasiado agresivo para tu rostro, pero con los productos adecuados no hay ningún problema.
¿Cuándo debo hacerla?
Aunque muchas personas empiezan por la noche porque es cuando suelen tener más tiempo y la piel se encuentra en peor estado, te recomendamos hacerlo tanto por la mañana como por la noche. Después de todo, nuestro rostro no solo necesita purificarse tras un día de agresiones externas como sudor o contaminación, sino que al despertar, la piel suele tener un exceso de grasa y sudor, lo que le da un aspecto brillante. En realidad, los productos limpiadores utilizados por la mañana eliminan eficazmente estos desechos producidos por la por nuestra piel durante la oxigenación natural que ocurre en la noche.
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